La leyenda paiute del Si-Te-Cah / Gigantes Pelirrojos de la Cueva de Lovelock (vídeo Censurado) Sustituido con otro no menos importante
La cueva de Lovelock en Nevada se descubrió por primera vez en 1913, cuando los buscadores encontraron un enorme depósito de guano de murciélago en esta cueva. Dado que el guano es la base del salitre, el ingrediente principal de la pólvora, el valor del hallazgo fue obvio.
Sin embargo, los mineros pronto encontraron otro tesoro enterrado debajo de los montículos de guano: artefactos e incluso los restos de lo que parecían ser gigantes pelirrojos conocidos como el Si-te-Cah de la leyenda local Paiute. En 1924 llegó una expedición arqueológica de la Universidad de Berkeley y el resto es historia.
La prehistoria de la cueva de Lovelock
La Cueva Lovelock se encuentra aproximadamente a 32 km al sur de la actual Lovelock, NV. Anteriormente se la conocía como cueva de herradura debido a su interior en forma de U. La caverna tiene aproximadamente 12 metros de profundidad y 18 metros de ancho.
Acceso a la cueva Lovelock
Es una cueva antigua, anterior a la llegada de los humanos al continente. En tiempos prehistóricos, se encontraba debajo del lago Lohontan interior gigante que una vez cubrió gran parte del oeste de Nevada. Los geólogos han determinado que las corrientes del lago y la acción de las olas formaron una plataforma, que con el tiempo se convirtió en una cueva. Es aquí donde se descubrieron los supuestos restos del Si-te-Cah en 1924.
Muchas tribus nativas americanas del noroeste y suroeste han contado leyendas sobre los gigantes pelirrojos y cómo sus antepasados libraron guerras terribles contra ellos después del primer encuentro hace unos 15.000 años.
Incluso los aztecas y los mayas han registrado sus encuentros con una raza de gigantes del norte cuando se aventuraron en expediciones exploratorias. Se ha informado de sus lugares de enterramiento en casi todos los continentes. ¿Quiénes fueron estos gigantes desenterrados en Virginia, el estado de Nueva York, Tennessee, Arizona y Nevada?
La leyenda paiute del Si-Te-Cah
Los Paiutes, una tribu de nativos americanos originarios de Nevada, les contaron a los primeros colonos blancos sobre las batallas de sus antepasados con feroces gigantes pelirrojos blancos que ya vivían en el área cuando sus antepasados llegaron por primera vez.
Gigantes pelirrojos
Los Paiutes los llamaron Si-te-Cah, o «comedores de tule», por dos razones: las plantas acuáticas fibrosas que los gigantes usaban para fabricar balsas para escapar, y el hecho de que a menudo estos guerreros robaban a las mujeres Paiute que estaban recolectando los juncos. en la orilla noroeste del lago Humboldt.
Los Si-te-Cah, o Sai-i, usaron sus balsas para navegar a través del menguante lago Lahontan después de muchos años de conflicto. Los Si-te-Cah a menudo atacaban a los Paiute y, en represalia y por su propia seguridad, los Paiute finalmente lanzaron una campaña para librarse de esta amenaza.
Los gigantes se refugiaron en una caverna de roca, o plataforma colgante, y cuando se negaron a salir, los jefes tribales Paiute hicieron que sus guerreros llenaran la entrada con matorrales y le prendieran fuego. Los que escaparon fueron asesinados y se presume que el resto pereció.
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Más tarde, durante un terremoto, la plataforma se derrumbó, dejando el espacio suficiente para que los murciélagos entraran y salieran a voluntad. Todo lo demás estuvo cubierto y protegido durante los próximos años.
La excavación de la cueva Lovelock y un descubrimiento impactante
Miles de años después, un grupo de mineros descubrieron el guano de murciélago, que se convierte en salitre, el valioso ingrediente principal de la pólvora. En 1911, se creó una empresa para extraer el guano. El guano se extrajo durante aproximadamente 13 años antes de que los arqueólogos fueran finalmente notificados sobre extraños restos esqueléticos y una multitud de fósiles y artefactos que se encontraron dentro de esta cueva.
Para entonces, muchos artefactos habían sido destruidos accidentalmente. Sin embargo, lo que Loud y Harrington, los arqueólogos, recuperaron fue asombroso.
Los Pauite se enfrentaron a los gigantes pelirrojois
Encontraron y catalogaron más de 10.000 artefactos y los restos momificados de dos gigantes pelirrojos: uno, una mujer, medía dos metros y medio de altura, y el otro, un hombre, más de dos metros y medio. Muchos de estos artefactos fueron enviados a la Sociedad Histórica de Nevada en Reno, pero algunos también llegaron a manos de coleccionistas privados.
Hasta el día de hoy, en el pequeño Museo de Historia Natural Humboldt en Winnemucca, Nevada, todavía se pueden encontrar algunos artefactos y el cráneo y la mandíbula de lo que parecen ser verdaderos gigantes.
Si-te-Cah: ¿Realidad o ficción? El debate continúa
Este no fue el capítulo final de la historia de los gigantes pelirrojos de Nevada. Como se informó en el periódico Nevada Review-Miner, el 19 de junio de 1931 se encontraron dos esqueletos muy grandes en el lecho del lago seco de Humboldt, cerca de Lovelock.
Se dijo que un esqueleto medía 2.6 metros de alto y se describió como envuelto en tela cubierta de goma de mascar, no muy diferente de las momias egipcias. Según los informes, el otro esqueleto medía 3 metros de altura.
Se hallaron restos de los gigantes pelirrojos de la cueva Lovelock
Entonces, si estos gigantes existieron, ¿qué pasó con los restos además de los cráneos y las mandíbulas y algunos artefactos dispersos? ¿Está todo lo demás en colecciones privadas o los restos se han perdido o se han perdido en el tiempo? ¿Existe un encubrimiento como sugieren algunas fuentes, o fueron estos antiguos alienígenas, como otras fuentes nos hacen creer?
LL Loud parecía creer en su existencia y en la validez de la afirmación. Cuando entró, sí encontró pasto carbonizado y tule como se cuenta en las leyendas, lo que significa la posibilidad de que se produjeran incendios como narraba la historia. (Aquí estaba el vídeo que me han Censurado, debido a la fidelidad de las pruebas, presentadas, y a estar completamente verificado, con vínculos a sus fuentes, en el Diario donde se publico originalmente el articulo, algo que era muy difícil de hallar, debido a que para desorientar a los investigadores, habían dado un nombre erróneo del Periódico que lo publico, y por ello, al descubrir su verdadero origen y dar a conocer este dato, me han bajado el vídeo anterior.) Pero aquí tienen otro vídeo, igual o incluso más interesante.
El fémur de un hombre normal representa generalmente el 27% de su estatura completa, siendo también las estimaciones de altura más precisas las basadas en el tamaño del fémur. Si la longitud total de este fémur gigante era de 83 centímetros, el tamaño total del esqueleto superaría los 3 metros, a los que habría que añadirle varios centímetros de carne. En base a estas proporciones, Lapouge estimó finalmente que el gigante de Castelnau representaba una anomalía humana de 3,5 metros de altura.
En 1892 los huesos fueron también estudiados por el Doctor Paul Louis André Kiener, profesor de anatomía patológica en la Facultad de Medicina de Montepellier, quien concluyó que se trataba de una raza humana "muy alta", aunque los encontró de dimensiones anormales y aparentemente de un crecimiento inusual que calificó como "mórbido". El descubrimiento de los huesos en Castelnau y la investigación de Kiener fue publicada en en el periódico "London Globe" y apareció en una nota de prensa de "The New York Times" en octubre de 1892. Preguntado por la posible existencia de una antigua raza de gigantes.
Poco después del sorprendente hallazgo de los restos fósiles del gigante de Castelnau, en 1894 varios informes de prensa mencionaron un nuevo descubrimiento de huesos gigantes de humanos que habían sido desenterrados en un cementerio prehistórico situado en Montpellier, Francia (situado a cinco kilómetros de Castelnau), cuando los trabajadores estaban excavando un depósito de agua.
Los cráneos hallados tenían unas dimensiones enormes, de entre 28 y 32 pulgadas de circunferencia (entre 71 y 82 centímetros). También se reportaron huesos de proporciones gigantescas que indicaban que pertenecían a un raza de hombres de entre 10 y 15 pies de altura (entre 3 y 4,5 metros), unos auténticos gigantes humanos que harían replantearse muchos mitos sobre esta legendaria raza.
Sin embargo, a partir de este punto los hallazgos se rodean de misterio, ya que estos últimos huesos fueron enviados a la Academia de ciencias de París para su estudio y no existe más información sobre ellos.
Hay también reportes de más hallazgos de fémures gigantes y restos óseos humanos de tamaños descomunales a principios del siglo XX en el norte de España, la zona de los Pirineos y en varias zonas de Francia. Sin embargo ninguno de ellos se ha investigado en profundidad y no se ha podido determinar si se trata de anomalías puntuales, exageraciones en las mediciones, un simple fraude o verdaderos humanos gigantes del Neolítico que, a pesar de su tamaño, han pasado de puntillas por la historia.
Estuvo de acuerdo en que gran parte del cabello encontrado en las momias era, de hecho, rojo, pero en otras excavaciones en la región de Pueblo de Perú, había determinado que esto podría haber sido causado por la edad o la acción química. Encontró el olor distintivo de los cuerpos quemados en la cueva, incluso con los enormes depósitos de guano de murciélago, lo que provocó que Ishi, un indio Yahi, se mostrara reacio a entrar en un almacén del museo donde se almacenaba el espécimen.
¿Refutó la existencia de estos gigantes? No. ¿Arrojó dudas sobre su existencia? Realmente no. ¿Encontró realmente restos que puedan probar que al menos parte de las leyendas antiguas, como le contaron Sarah Winnemucca y otros Paiutes, pueden ser reales? Sí, lo hizo. ¿Recuperó y transcribió una lista exacta de todo lo que encontró en la cueva durante sus excavaciones? Seguramente, solo vea la fuente a continuación para obtener una lista completa.
Entonces, ya sea leyenda, realidad o ficción, los artefactos y restos todavía existen para atraer nuestro interés y proporcionar más preguntas que respuestas sobre la existencia de esta tribu de gigantes pelirrojos.
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