Kymatica: The Film
Kymatica es la síntesis donde
convergen filosofía, física cuántica, evolución y el afán
ancestral del ser humano de entender su propia existencia. Un último
grito a la libertad. Una luz al final del túnel de Zeitgeist para
ellos y para todos aquellos que aun sueñan con la paz y con la
evolución de la Humanidad hacia una nueva forma de entenderse con el
Universo.
convergen filosofía, física cuántica, evolución y el afán
ancestral del ser humano de entender su propia existencia. Un último
grito a la libertad. Una luz al final del túnel de Zeitgeist para
ellos y para todos aquellos que aun sueñan con la paz y con la
evolución de la Humanidad hacia una nueva forma de entenderse con el
Universo.
«La ignorancia es dicha» se dice por ahí, sin embargo, la falta de
conocimiento respecto de una realidad puede significar tomar una
decisión equivocada sobre la misma. Mientras más conoce el médico tanto
de su ciencia como de su paciente, mejor es el diagnóstico y mejor el
tratamiento que puede recetar. Entonces y así, ¿cómo podremos tomar las
mejores decisiones para nosotros mismos si no nos conocemos, si ni
siquiera somos conscientes de que hay aspectos que forman parte de
nosotros pero que los negamos u ocultamos? Luego, si la regla general es
no conocerse, lo normal sería la infelicidad colectiva.
Para que la manipulación sea efectiva la persona que es manipulada no debe darse cuenta que lo es, como tampoco aquellas que le son cercanas. Es decir, una verdadera manipulación no puede ocurrir si no se da a nivel colectivo. Es a nivel colectivo que se implementa y se va mejorando aquello de «pan y circo». No se puede mantener distraída a una población con eventos aislados, o de difícil comprensión, como tampoco se puede mantener a la gente sometida si no es a través de una ley. La televisión y los impuestos son ejemplos de herramientas de distracción y sometimiento. Es entendible que la población quiera distraerse, y lo que pudiera parecer complicado de entender es que se someta a pagar impuestos. Sin embargo, si la idea es que pagando impuestos tendrá seguridad la cuestión se vuelve mucho más sencilla. En lo normal, las mayorías poblacionales no saben luchar físicamente, ni saben manejar armas, por lo que cualquier amenaza, real o montada, fácilmente les produce miedo. Sin embargo, existe el caso de culturas que durante décadas pagan por un sistema de seguridad (policías, militares) y aún así sufren el flagelo de la delincuencia en sus calles sin hacer nada para cambiarlo. Esto es lo más terrible de todo, a nivel de masa, la gente resulta incapaz de admitir una vida completamente equivocada. Ningún maestro de escuela admitirá que los últimos veinte años tuvo una didáctica absurda, ningún militante de ningún partido político admitirá que sus líderes son corruptos. Por una parte, el ego no puede admitir errores gigantescos, por otra parte, la pereza empuja a creer que todo sería demasiado complicado de cambiar y que es mejor, siempre, la inercia, lo que lleva a una continuidad en la ignorancia. Por esto las sociedades más desarrolladas evitan vincularse con las sociedades completamente corruptas.
conocimiento respecto de una realidad puede significar tomar una
decisión equivocada sobre la misma. Mientras más conoce el médico tanto
de su ciencia como de su paciente, mejor es el diagnóstico y mejor el
tratamiento que puede recetar. Entonces y así, ¿cómo podremos tomar las
mejores decisiones para nosotros mismos si no nos conocemos, si ni
siquiera somos conscientes de que hay aspectos que forman parte de
nosotros pero que los negamos u ocultamos? Luego, si la regla general es
no conocerse, lo normal sería la infelicidad colectiva.
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