AVANCES INIMAGINABLES DE LA FÍSICA CUÁNTICA // EL UNIVERSO MICROSCÓPICO
Donde quiera que miremos, nuestro dominio de la ciencia y la tecnología
crece a pasos agigantados y cada día que pasa llevamos los límites de lo
posible un poco más allá. La velocidad del cambio es impresionante y se
encuentra en continua aceleración. Tanto que a veces da miedo. Los
avances en campos como la electrónica, astrofísica, bioingeniería,
medicina… tienen y tendrán gran impacto en nuestras vidas. Algunos de
estos cambios nos exigirán un cambio de mentalidad importante. Todos
debemos evolucionar: tanto los investigadores como la sociedad en su
conjunto.
Antes, uno solía hacer lo que hacían sus ancestros, en
cambio hoy en día, se espera que la gente se reinvente y no sólo una vez
en su vida, sino cada pocos años.
Lo que antes sucedía en más de una
generación, ahora se produce en tan solo 15 años. Los móviles
inteligentes han tardado en reemplazar a sus predecesores la mitad de
tiempo de lo que tardó la banda ancha en reemplazar a la conexión
telefónica. A estas velocidades de cambio, dentro de 15 años podría no
existir la televisión por cable y todo nuestro consumo multimedia podría
ser a la carta.
Antes, los investigadores tenían que pasar gran
parte de su tiempo entre estantes de bibliotecas en busca de artículos
académicos relacionados con sus investigaciones. Ahora, con los avances
computacionales y potencias de cálculo cada vez mayores, los
investigadores pueden adquirir esos conocimientos en cuestión de
segundos.
Sin embargo, no solo han evolucionado los sistemas de
documentación, poniendo el conocimiento científico mundial al alcance de
cualquier investigador. Internet y los asombrosos avances en
comunicaciones que hemos visto en los últimos años han dotado también a
los científicos de todos los continentes de unas herramientas de
colaboración anteriormente inimaginables.
La ciencia y la tecnología
se han vuelto cada vez más complejas y las investigaciones requieren de
equipos multidisciplinares, con especialistas de todos los campos
implicados. Gracias a las nuevas comunicaciones pueden colaborar en un
mismo proyecto especialistas de diferentes campos y distintos
continentes.
Esto facilita y acelera más aún cada día la consecución
de nuevos descubrimientos, pero también requiere nuevas habilidades
adicionales en el perfil investigador, anteriormente innecesarias.
crece a pasos agigantados y cada día que pasa llevamos los límites de lo
posible un poco más allá. La velocidad del cambio es impresionante y se
encuentra en continua aceleración. Tanto que a veces da miedo. Los
avances en campos como la electrónica, astrofísica, bioingeniería,
medicina… tienen y tendrán gran impacto en nuestras vidas. Algunos de
estos cambios nos exigirán un cambio de mentalidad importante. Todos
debemos evolucionar: tanto los investigadores como la sociedad en su
conjunto.
Antes, uno solía hacer lo que hacían sus ancestros, en
cambio hoy en día, se espera que la gente se reinvente y no sólo una vez
en su vida, sino cada pocos años.
Lo que antes sucedía en más de una
generación, ahora se produce en tan solo 15 años. Los móviles
inteligentes han tardado en reemplazar a sus predecesores la mitad de
tiempo de lo que tardó la banda ancha en reemplazar a la conexión
telefónica. A estas velocidades de cambio, dentro de 15 años podría no
existir la televisión por cable y todo nuestro consumo multimedia podría
ser a la carta.
Antes, los investigadores tenían que pasar gran
parte de su tiempo entre estantes de bibliotecas en busca de artículos
académicos relacionados con sus investigaciones. Ahora, con los avances
computacionales y potencias de cálculo cada vez mayores, los
investigadores pueden adquirir esos conocimientos en cuestión de
segundos.
Sin embargo, no solo han evolucionado los sistemas de
documentación, poniendo el conocimiento científico mundial al alcance de
cualquier investigador. Internet y los asombrosos avances en
comunicaciones que hemos visto en los últimos años han dotado también a
los científicos de todos los continentes de unas herramientas de
colaboración anteriormente inimaginables.
La ciencia y la tecnología
se han vuelto cada vez más complejas y las investigaciones requieren de
equipos multidisciplinares, con especialistas de todos los campos
implicados. Gracias a las nuevas comunicaciones pueden colaborar en un
mismo proyecto especialistas de diferentes campos y distintos
continentes.
Esto facilita y acelera más aún cada día la consecución
de nuevos descubrimientos, pero también requiere nuevas habilidades
adicionales en el perfil investigador, anteriormente innecesarias.
Comentarios
Publicar un comentario